La esperanza de vida aumenta de manera exponencial. Por ello, la salud es un aspecto que debe ser cuidado durante toda la vida y con mayor importancia en la persona mayor, para poder disfrutar de esta etapa de la vida.
A medida que aumenta la edad, también aparecen riesgos de padecer enfermedades crónicas, las cuales se asocian con la fragilidad y la dependencia.
¿Por qué es necesario seguir estos consejos?
Es necesario adoptar una vida saludable que mejorará el ámbito físico, mental y emocional. Algunos aspectos fundamentales que se incluyen en la prevención para un envejecimiento con éxito y saludable son la alimentación, la estimulación cognitiva y el ejercicio físico.
El secreto de mantenerse sano una vez que se pertenece al grupo de la tercera edad consta de tener hábitos saludables en todos los aspectos que forman la salud.
Consejos para envejecer de forma activa y saludable:
- Practica ejercicio físico con regularidad
El ejercicio físico optimiza el declive físico, aumenta la autoestima, previene caídas y reduce costes sanitarios por la disminución de la demanda de servicios. El mejor tipo de actividad física que se puede realizar es el aeróbico, aquel que permite una adaptación de la persona mayor, como, por ejemplo, caminar, montar en bicicleta o la natación. Se recomienda realizarlo un mínimo de 3 veces por semana.
2. Controla tu alimentación
También es importante mantener hábitos saludables en la dieta y alimentación. Esta base proporciona nutrientes básicos y necesarios, reforzando el sistema inmunológico y las facultades cognitivas como la memoria o la atención. Se debe reducir el consumo grasas y azúcares, y aumentar el consumo de verduras, legumbres, frutas, lácteos, carne y pescado.
3. Optimiza tu descanso
Para tener un buen descanso se deben tomar algunas medidas de higiene del sueño como, por ejemplo, tener un horario pautado, no dormir durante el día, evitar la cafeína, practicar algo de ejercicio físico o evitar cenar grandes cantidades de comida. Con un buen descaso se consigue reducir la prevalencia de enfermedades, mejora del estado del ánimo y favorecer funciones cognitivas.
4. Evita hábitos nocivos
Algunos hábitos que pasan más desapercibidos por la costumbre son la prevención de hábitos nocivos, evitando el consumo de tabaco y de alcohol, ya que son causantes de efectos negativos y perjudiciales de gran impacto a cualquier edad.
5. Controla tus citas médicas
También se debe fomentar que las personas mayores acudan a las visitas médicas y realicen revisiones periódicas para prevenir diversas enfermedades. Otro problema para tener en cuenta es la automedicación, que tiene causas perjudiciales y para ello se pueden tomar medidas como la psicoeducación, simplificar las pautas o favorecer la accesibilidad a la atención sanitaria pudiendo ser incluso por comunicación telefónica. Recomendable, además, que a la consulta médica la persona mayor acuda acompañada de algún familiar o adulto acompañante.
6. Prolonga tu función cognitiva
Una de las preocupaciones de las personas mayores es la pérdida de memoria y por lo tanto, buscan optimizar en la mayoría de lo posible las funciones cognitivas y así retrasar el deterioro cognitivo. También se ven afectadas la concentración, la atención y la percepción, las cuales son necesarias para un desarrollo personal y social satisfactorio. No necesariamente el envejecimiento causa un deterioro en las funciones cognitivas, debido a que existe la plasticidad cerebral y la reserva cognitiva. Para retrasar su posible aparición se ponen en práctica ejercicios de estimulación que entrenan diferentes regiones del cerebro y en las que se trabajan el lenguaje y los números.
7. Aumenta tu bienestar psicológico
El bienestar psicológico está en la base de la salud de cualquier persona ya que engloba la salud percibida, es decir, como nos consideramos en términos de salud a nosotros mismos. Las emociones tienen un papel importante en la adaptación ante acciones y tienen capacidad de motivar a la persona si son favorables. Para aumentar estas capacidades es recomendable la meditación, la automotivación y el control sobre la vida de uno mismo.
8. Mantén las relaciones sociales
Además de la relación que tengamos con nosotros mismos, es indispensable las relaciones interpersonales y la participación en la sociedad en conjunto con otras personas ya sea de la misma edad o intergeneracional, ya que promueven autonomía y bienestar. Esto se consigue con la participación en grupos de ayuda mutua, asociaciones con actividades de ocio, voluntariados, acudir a centros de día o centros residenciales, entre otros. Estas actividades van a enriquecernos de manera emocional y también, nos estimulan mentalmente.
Aunque estamos muy acostumbrados a relacionarnos, en la persona mayor se reduce la cantidad de encuentros con otros, siendo además de manera indeseada; en ocasiones, esa falta de relaciones llega hasta el extremo de aislamiento total el cual produce efectos nocivos en la salud tanto mental como física.
Todos envejecemos, y por ello, si nos cuidamos, esta etapa la puedes disfrutar igual que cualquier otra de tu vida.
Elisenda Paniello Royo